Es difícil encontrar platos exclusivos o de marcado carácter local, pero el clima y ciertos estilos de vida propios del lugar y la herencia de buenas recetas, han dado personalidad a esta gastronomía.
Como primer plato recomendamos unas patatas de la de Ojeda con costilla adobada, legumbres en caldo espeso y sopas de ajo con huevo y torrezno. También podemos disfrutar de la exquisita menestra local, mezcla de carne de vacuno y verduras de las huertas de la vega del Pisuerga y del Canal de Castilla. En otoño podemos degustar platos con setas recolectadas por nosotros mismos y caracoles. No podemos olvidar el plato estrella: el cangrejo de río.
Para el segundo plato tenemos una variada selección de carnes guisadas, asadas y ambas modalidades a la vez, la carne entreasada, destacando dos propuestas: la trucha y la carne de vacuno. No hay que olvidar los embutidos y adobos, morcilla, chorizo, jijas…
Por los postres discurre un repertorio de natillas, arroz con leche, leche frita y flanes de verdad. Además los tortos, rosquillas, magdalenas y las típicas orejuelas destacan entre tantos productos de nuestras panaderías. Hay que destacar los pasteles y pastas de las hermanas bernardas del cercano municipio de San Andrés de Arroyo